FLOTANTE

Ilustración del libro álbum Flotante de David Wiesner

Cerramos una primera parte del año con una escuela por los aires: aire de redes, de mensajitos, sin horarios muchas veces, sin conexión para muchxs. No evaluamos, no calificamos, sólo devolvimos lo positivo, lo que cada unx pudo dedicarle a la escuela esta vez, que ya es un montón. Para volver a vernos de cuerpo presente tendrán que estar dadas las condiciones, donde no se ponga en riesgo a las familias, lxs pibxs y lxs trabajadorxs de la educación (auxiliares, docentes, personal de cocina)…
Este es el mensaje que les escribí a las familias como devolución de tanto que hicimos y de tanta red afectuosa que supimos tejer. En el aire, pero atada a la tierra.
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Lo primero que tengo para decirles a todos los chicos y chicas de mi grado es que me hacen sentir muy orgulloso de ser su maestro en este año de pandemia mundial y aislamiento. Orgulloso porque puedo apreciar la honestidad con la que abordan sus tareas, la frescura de sus intervenciones, preguntas, curiosidades, chistes, saludos de afecto y preocupación. Orgulloso porque a pesar de que no tenemos un aula en la tierra, donde aprender y un patio de baldosas donde jugar, hacemos de nuestros momentos de encuentro algo especial. Como una escuela en el aire que flota, pero a la que no se la lleva el viento. Porque está atada a nuestras necesidades actuales y las cuerdas que las sostienen son las de la comprensión y el afecto. Estoy orgulloso de las familias que han sido solidarias entre ellas y conmigo, respetuosas y acompañantes de sus hijos e hijas y de nuestra labor. Lo último que tengo para decirles es que deseo vernos en un aula cuando las condiciones no pongan en riesgo a nadie. Y entonces, sin miedo, disfrutar del aprendizaje de ustedes, aprender con ustedes niños y niñas, verlos reír, jugar, escribir, razonar, preguntar, cuestionar, crear, expresarse. Esos son los tesoros más valiosos. Mientras tanto seguiremos en esta escuela flotante, como me gusta llamarla; en el aire, pero atada con ternura a cada unx de nosotrxs. Hasta recuperar los abrazos, hasta la vuelta.

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